Malheridos. La huella del tiempo en las bibliotecas REBIUN

Defensio declarationis Conventüs cleri gallicani an. 1682 de ecclesiastica…; Tomus decimus-septimus : primus defensionis, &c.

En 1992 se inauguró en la Universidad de La Laguna el nuevo edificio de la Biblioteca General y de Humanidades, al que se trasladó su colección histórica. Un año después, el depósito, situado en la planta sótano, sufrió una inundación que ocasionó daños en unas veinte obras de Fondo Antiguo. Rápidamente se contactó con el técnico del Laboratorio de Restauración del Ayuntamiento de La Laguna, Rafael Martín Cantos, que recomendó proceder a la congelación inmediata de las obras, para después secarlas por un proceso de liofilización. Este proceso, hasta entonces nunca puesto en práctica en España, se había realizado ya en otros países con buenos resultados.

El Instituto Universitario de Bio-Orgánica permitió que los libros fueran colocados en sus congeladores, y pocos días después se inició el proceso de secado en las campanas de vacío que usaban para la liofilización de plantas. Hubo que ir ajustando los tiempos para que los libros no quedaran excesivamente secos. Y a continuación pasaron al Laboratorio de Restauración del Ayuntamiento lagunero, donde fueron sometidos a un proceso de humectación controlada y se hidrataron las encuadernaciones. El resultado de este proceso, tal como puede apreciarse en las fotografías, fue que las obras se salvaron y quedaron en perfectas condiciones para su uso.